Madrid, 5 de Abril de 2017.- Cada día son más los españoles que comienzan antes a ahorrar con la vista puesta en mantener su nivel de vida tras la jubilación. Ahorradores a largo plazo que buscan en el mercado un producto financiero que les ayude a completar su futura pensión pública, para no ver reducido su poder adquisitivo en la que debería ser una de las etapas más tranquilas de su vida.
El primer consejo para todos ellos es que han de ser conscientes de que se trata de un ahorro a largo plazo, y éste deberá combinar seguridad y rentabilidad. Hay dos posibilidades, la primera es gestionar los riesgos y rentabilidades por el propio partícipe a lo largo de la vida laboral, lo cual requiere un amplio conocimiento de los mercados financieros. La segunda posibilidad es mantener un plan como Loreto Óptima, en el que esa combinación ya te viene dada.
En general los productos financieros condicionan su rendimiento y el aumento del poder adquisitivo del inversor en torno a tres variables: rentabilidad de las inversiones, costes de gestión e incremento del IPC. Sólo aquel plan de pensiones que combine eficazmente estas tres variables cumplirá su objetivo.
Nuestro plan de pensiones individual, Loreto Óptima, obtuvo una rentabilidad en 2016 del 4,35% superando la rentabilidad media del mercado nacional que se sitúo en tan solo un 2%, según datos de INVERCO. Si comparamos su rentabilidad con el crecimiento del IPC durante la última década, Loreto Optima se ha revalorizado un 18,60 % por encima de la inflación. Pero además, Loreto Mutua aplica unos costes de gestión (0,5%) y de depósito (0,1%) muy por debajo del 1,54% de la media del mercado español. Así, cada euro invertido en Loreto Óptima no solo genera rentabilidad, sino que además hace que el capital del ahorrador aumente su valor. Por ejemplo, una inversión de 100 € en el año 2005 en Loreto Óptima, ahora supondrían 173 €.
En conclusión, en el caso de Loreto Mutua, nuestra especialización e independencia hace que año a año, la rentabilidad de nuestros productos y los bajos costes de gestión que aplicamos incidan directa y positivamente en la capacidad de ahorro de nuestros clientes, en lugar de entidades no especializadas, o grandes grupos financieros interesados en los mercados financieros, y con productos de elevado coste.
